Volvió a ocurrir, ayer y antes de ayer. En la barra de FA, Manu el pintor apareció al mediodía con una bolsita y un libro dentro. La cogí y miré: HACHE, revista de poesía. Abrí al azar: Sandra Santana.
NADIE DIJO QUE DECIR FUERA COSA FÁCIL
Lo sabíamos. Cuando no surge
de un impulso interior
hay que hacer un esfuerzo
adentrarse
a buscar el extremo de una hebra
comenzar a tirar
despacio sacarla
hacia la luz dejarla caer en los
acontecimientos.
Y entonces, ¿qué te asustó tanto
en la concentración silenciosa de mi rostro?
No es fácil caminar
si los nudos obstinados se aprietan
en ti más y más fuerte.
Luego, ya en casa, buscando, termino de caer con todo mi equipo:
RUPTURAS DISIMULADAS TRAS UNA CARITA SONRIENTE
Siempre detecto un gesto
de incredulidad
cuando te hablo acerca de los frágiles mecanismos
ocultos tras una apariencia infantil.
Como no crees en ellos, lo dejaste
caer y me miraste victorioso
al ver su superficie intacta a pesar del impacto.
Imagina lo que sentí al recogerlo
y escuchar esa pieza suelta en su interior.
ES EL VERBO TAN FRÁGIL
Los miramos pasar nadando
a nuestro lado y nos abrazamos.
Así llegó la lluvia golpeando
con insistencia rítmica
la chapa del coche.
Secos, calientes y felices
tratamos de sujetar dos peces
en un único nombre,
como si no tuviésemos nada
en común con esas figuras que corren
mojándose en todas direcciones.
La felicidad es el agua en la red de un pescador.
El cielo comienza a aclararse,
y con la luz, los peces
saltan en el agua
escogiendo caminos diferentes.
Ayer, en la sección infantil de la FNAC en Alicante, de repente sólo había un libro, un libro que me miraba y al que yo miraba, en lo alto, de frente, haciendo desaparecer los cientos de volúmenes restantes. Se llama Yo vivía en el fin del mundo, y es de Ramón Trigo. Casi no lo hojeé; no tuve dudas de que saldríamos juntos. Ya en casa leo que ha recibido un premio al mejor álbum infantil en Gran Canarias. Anoche lo leí despacio; no hay casi texto, el poco que hay es milimétrico y está acompañado y acompasado por unas ilustraciones poéticas y turbadoras por su belleza y precisión a la hora de plasmar lo que el autor desea. Tampoco dudé de que no se quedaría conmigo: tenía, desde el principio, destinatario. El viernes el rey del café con leche y sus espirales cumplió años. Hay libros que vienen con nombre.
1 comentario:
Cumplía 12 años.
Saludos
Renacido Roy Batty
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