He bajado la cabecera del cielo invertido y he subido una hecha ayer en Güejar Sierra, provincia de Granada.
Dos días de viaje en el sentido antiguo y único del término. Las fotografías que dejo son algunos testimonios:
Una vista con nubes desde casa de Laura, donde nos hemos alojado, con un flanco de la ciudad a nuestros pies.
Unas muestras de lo que tengo catalogado en el cuaderno como safari urbano:
El cartel de Bodegas Castañeda junto a la mesa.
El ofertón del día que hemos desaprovechado –ahora lo lamento; debería haber comprado dos repuestos de fregona, qué menos, y volverme a Murcia con ellos, contento de que la vida ponga ante mí semejantes oportunidades-.
Magdalena penitente, de Carlo Sellitto (1581-1614); sigo pensando que es un adelantado a su tiempo.
Los regresos de los grandes viajes son contradictorios. Los recuerdos de lo recién vivido se cruzan en el mismo pasillo con la evidencia de que la cotidianeidad más perentoria y prosaica nos aguarda.
Esta noche espero soñar con leones de piedra, abordajes en barcos de hojalata, guijarros bajo los pies, palocortao un lunes a las once, arroces en la falda de las montañas, botellas verdes sin etiquetas, rosales que pinchan, vallas que se saltan para acceder a cármenes a oscuras, patos confundidos, camisas blancas, pantalones de lino, zapatillas de esparto...
A veces la felicidad viaja en barcos acorazados y estos se encuentran en la esquina de al lado de tu casa. Por qué no entrar.
Y por supuesto, Helder, Laura: gracias. No sé si sois conscientes de lo que nos habéis regalado.
1 comentario:
Obnubilado; Muy bien. Porque tu entrada carece de la grandilocuencia einseinstinia que anuncia su nombre.... Que aqui la gente sabe de tooooo!! :-)
No; de veras. Ojala es tiempo de arte y revolucion. Parece que con algun trincherazo, es posible.
Por lo visto termino el fin de semana, no sus ecos. Tu honras el viaje. Roque manda el tabuchi prometido. Yo voy buscando a lara por internet, a ver...
Mas.
Y mejor.
Paco
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