Con este sugerente título se expone en el Centro andaluz de arte contemporáneo una colección majestuosa de fotografías vinculadas de forma directa o sutil con el mundo del flamenco. Lástima que los organizadores no se atrevan a esparcir serrín en el suelo y servir unos vinos en el trayecto de la muestra. Queda el flamenco desangelado y encorsetado en las paredes de los museos. Dejo botón de muestra.
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