grotto

Me lleva loco Anne. Va a aparecer mucho por aquí porque hacía tiempo que ningún poeta me tocaba como ella. He cogido como base la traducción de Ben Clark y le he hecho ligeras modificaciones.

The Nude Swim
Anne Sexton

On the southwest side of Capri
we found a little unknown grotto
where no people were and we
entered it completely
and let our bodies lose all
their loneliness.

All the fish in us
had escaped for a minute.
The real fish did not mind.
We did not disturb their personal life.
We calmly trailed over them
and under them, shedding
air bubbles, little white
balloons that drifted up
into the sun by the boat
where the Italian boatman slept
with his hat over his face.

Water so clear you could
read a book through it.
Water so buoyant you could
float on your elbow.
I lay on it as on a divan.
I lay on it just like
Matisse’s Red Odalisque.
Water was my strange flower,
one must picture a woman
without a toga or a scarf
on a couch as deep as a tomb.

The walls of that grotto
were everycolor blue and
you said, “Look! Your eyes
are seacolor. Look! Your eyes
are skycolor.” And my eyes
shut down as if they were
suddenly ashamed.

El baño desnudo

En el sudoeste de Capri
encontramos una pequeña gruta desconocida
donde no había nadie y
entramos en ella completamente
y dejamos que nuestros cuerpos perdieran toda
su soledad.

Todos los peces en nosotros
habían escapado en un minuto.
A los peces reales no les importó.
No perturbamos su vida personal.
Nos deslizamos tranquilamente sobre ellos
y debajo de ellos, soltando
burbujas de aire, pequeños
globos blancos que ascendían
hacia el sol junto al bote
donde el barquero italiano dormía
con el sombrero sobre la cara.

Agua tan clara que podrías
leer un libro a través de ella.
Agua tan boyante que podrías
flotar sobre tu codo.
Me tumbé sobre ella como en un diván.
Me tumbé sobre ella exactamente como
la Odalisca roja de Matisse.
El agua era mi extraña flor.
Uno debe imaginarse a una mujer
sin toga ni pañuelo
sobre un lecho profundo como una tumba.

Las paredes de esa gruta
eran de todos los azules y
dijiste: “¡Mira! Tus ojos,
son color mar. ¡Mira! Tus ojos
son color cielo”. Y mis ojos
se cerraron como si estuvieran
de repente avergonzados.


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