LA PUERTA ESTRECHA
La flor de esos labios
se hace fruta
cuando interrogas la estrecha puerta
con el sexto dedo
de una mano que no supo crecer
y al descubrir
el forro de los gritos
se hace armónico
la respiración
de las flores que agonizan
color azul repiten el glu glu
del agua que ahoga
a descarriadas sirenas que no supieron
acertar la hora de regreso
al dulce hogar.
REFLEXIÓN MORAL SOBRE LA ANATOMÍA
Hay mujeres que hacen daño
en el pecho del que muere
al contemplar
la contención exacta de su carne
la refrigeración
blanda de sus cabellos limpios
y el pretexto caedizo de sus ropas
otras
tienen los ojos tristes pero hermosos
o un bello lomo para un torpe frente
o dos piernas
sin cansancio muscular columnas
de seguro cielo
otras sólo tienen
dos senos a punto de abrirse por su peso
de fruta para labios agostados
para manos
sin otro mundo que llevarse al alma
y en ocasiones
sólo un seno es hermoso sólo un hombro
sólo un vencimiento de la piel
sólo los labios
pero siempre hay un hombre enamorado de tanto o de tan poco
enamorado fugaz o consecuente ama
las pequeñas patrias de una noche
sin clarines
frente a unos párpados cerrados murmullos
fracasadas sintaxis
respetad las plantas
y los cuerpos donde el deseo se descansa
del infinito miedo a todos los olvidos.
Hay días en que tienes
toda la carne muy mal abotonada
y mis manos te cierra
el cuerpo descarado
los ojos
con los que miras tu desnudo
en los míos te delatan
y eres blanca
con junturas de cárdeno
descenso
manchas de musgo y vuelo
vencido
de cabello que se inclina
lento.
"A la sombra de las muchachas sin flor"
Manuel Vázquez Montalbán
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