LES HORES NEGRES
Amb llàgrimes als ulls, veu la foscor
rosegant el vent malva, els últims núvols
y l´avid xiscle de les orenetes.
Tant que abans les sabia estimar,
i ara les nits l´espanten.
Potser si estigués sol, agrairia
l´insomni fred, i el gris remordiment
encara li faria companya, amb el seu gust
de llavis malaltissos. Però les hores negres
l`obliguen a vetllar-se, mentres la vida dorm
al seu costar, desbullada, calenta,
rebel, com una dona que no serà mai vella.
I la sent gemegar, quan va a abraçar-la,
i pensa que ella abraça un espectre, molt lluny.
Cada cop més sagnant, como si mastegués vidre,
diu la veu de les nits: “ja saps què és estar mort,
que t´abracin i sempre siguis lluny”.
LAS HORAS NEGRAS
Con lágrimas quemándole los ojos,
mira avanzar la oscuridad royendo
los jirones morados de las últimas nubes
y el ávido chillar de los vencejos.
Las noches, que amó tanto,
ahora le dan miedo.
Si las pasara solo, quizás agradeciera
flotar en el insomnio; y hasta el remordimiento
le haría compañía con su sabor grisáceo
de labios enfermizos. Pero las horas negras
le obligan a velarse, mientras la vida duerme
a su lado, desnuda, y caliente y rebelde,
igual que una mujer que nunca será vieja.
Cuando por fin la abraza, escucha sus gemidos
y piensa que ella abraza a un espectro, muy lejos.
Como si cada vez masticase más vidrios,
es la voz de las noches quien repite sangrienta:
“Ahora ya lo sabes. Esto es estar muerto:
que te abracen y siempre estés muy lejos”.
La mar de dins, El mar de dentro, Pere Rovira. Edición bilingüe en Pre-Textos.
Con un enorme agradecimiento a Soren, que me llevó de la mano a descubrir a Pere, y quede petrificado y vivo en la silla del museo mientras el poeta recitaba y contaba. Y con una íntima sonrisa, cómplice de la belleza de las lenguas maternas, porque le insistió para que no sólo leyera en castellano, sino en la lengua original del poema: el catalán. Y escuchar recitar a Pere esto en catalán, evidentemente, es otro mundo.
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