La nieve da para imágenes como esta, donde Caperucita no parece tener cerca a ningún lobo que le amenace. ¿O ella aún no lo ha visto, escondido tras algún famélico árbol?
O bien la nieve no deja cerrar las puertas, y el frío se nos mete dentro de la casa. El frío y la belleza. Platillos, balanza y a ver el fiel para qué lado se decanta.
Las fotos, de Celia Vara. Gracias...
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