Gayo Valerio y las matrices


Me masturbaré en algún momento del día, probablemente tras la necesaria siesta, en el despertar. Te evocaré de forma concisa. Recorreré con precisión tus senderos que no recorrí anoche y besaré tu interior, el de dentro, el de más allá del túnel de lo físico. Será una despedida con sabor de almendra levemente amarga y con la untuosidad de su aceite. Apartaré tu pelo y me mirarás desde tu zoco, ese que transitas tan sola a veces; yo te miraré desde la esquina de mi patio de colegio y me acercaré a ti hasta que las lágrimas no me dejen verte; entonces estaré dentro de ti y serás mi madre, mi maestra con la que hablaba como una adulto cuando tenía seis años y mi compañera de la comba. Cada uno sacará un saquito de tela y de él extraerá el desayuno del recreo que compartirá con el otro: una onza de chocolate –el cuello-, una magdalena recién hecha de la panadería del pueblo –la axila-, una pera –la corva-. Nos limpiaremos con el dorso de la mano las bocas y beberemos agua en la fuente que hay frente a la entrada de los maestros; luego, pasaré el dedo por el contorno de tu boca para desprender algunas migas adheridas en el labio inferior y las comisuras y nos iremos de la mano a clase. En el pasillo nuestras manos se separaran tranquilamente y tú entrarás en el A y yo en el C. Tu clase será de matemáticas: resolución de ecuaciones por medio de matrices; la mía, de latín: un texto de Catulo a traducir. En tu cuaderno dibujarás pájaros de cuyas patas colgarán sin esfuerzo las incógnitas por despejar; a mitad de clase aparecerá en medio de un epigrama que yo estaré traduciendo, z=33, y tendrás que pedir permiso al profesor para salir de tu aula, entrar en la mía y recuperar tu incógnita despejada. Regresarás a tu asiento y sólo cuando suene la sirena repararás en que en la esquina de tu mesa hay una cuartilla doblada en cuatro en cuyo interior leerás:

Los soles se ocultan, y pueden aparecer de nuevo;

pero cuando nuestra efímera luz se esconde

la noche es para siempre,

y el sueño, eterno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mejorando lo presente.....
!!!!Queremos al putoooooooo!!!!!!
jiji