Desde Águilas hasta Percheles –hablamos de la costa sur de Murcia, para los no iniciados-, por la carretera que sube la loma Bas, el recorrido es un viaje en el tiempo. Un anacronismo que unido con el esfuerzo de la subida –casi 500 metros se alzan frente al mar en unos pocos kilómetros de ascensión- y el sol inclemente del mediodía produce una sensación alucinógena. En plena psicotropía desde la cima se divisa cabo COPE. La imagen de esta visión es la cabecera del cuaderno. La bici descansa en el chiringuito de Percheles, con la playa al fondo. Por la tarde, desde ese mismo lugar el sol se esconde dejando jirones de luz rosada en su huida.
Lloré imaginando que pintaba casitas idénticas, campos de golf, spas, centros comerciales… sobre lo que se mostraba ante mis atónitos ojos.
Dudo entre el exilio y el magnicidio.
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