escoba y recogedor

He querido comenzar septiembre con poesía, y esta mañana me he tomado el café con leche con el sonido de la autovía de fondo ya rugiendo de nuevo y un libro recién adquirido en mis manos. Libro que cierra una trilogía personal del autor, cuyos dos anteriores ya han aparecido por aquí: Al fin has conseguido que odie el blues y Al sur de todo mapa.

Comienza septiembre de forma abrupta y a la inclemencia de un lunes se le suma la de ser día uno. Cuántas vueltas insomnes ha dado cuánta gente en cuántas camas esta noche. Sirvan como ejemplo estas preguntas:


PREGUNTAS


Empezar sin memoria cada día,

eso hubiese bastado,

tatuarnos bien adentro nuestros nombres,

en mitad del instinto,

pero el viento nos hizo de las nubes

y ahora hay polvo y facturas que barrer.

Es fin de temporada

y los aviones

sobrevuelan muy alto, casi rozan tus piernas,

el modo en que me hablaban tus silencios

y aquel apartamento que alquilamos,

cuando el mundo pendía de tus ganas,

dime,

¿cuánta noche nos cabe en esta noche?,

¿qué hizo falta perder para ser otros?


Los gatos del otoño se disputan

lo que deja el verano entre sus mesas,

las sobras de la vida una vez más.


Javier Cánaves.

El peso de los puentes.


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