Robert Hass llegó a mis manos de casualidad. De nuevo en la librería de turno se produjo el milagro y la mano fue guiada no sé muy bien por qué. Su último libro, Time and materials, Tiempo y materiales, editado en español por Bartleby Editores, viene en edición bilingüe.
De Hass no tenía yo conocimiento alguno y me adentré virgen en su poesía. Otra vez problemas con la traducción. Empieza ya a ponerme en una situación delicada el no estar de acuerdo con las versiones de los traductores –los que traducen el inglés, me refiero, porque de los demás, por desgracia, no puedo hablar-. Y digo delicada porque me lleva a hacer mis propias traducciones, y eso cansa. Quejarse por vicio, vamos.
Me sorprendió leer la cantidad de premios que atesora este buen hombre y ver que no había nada publicado en español más que este libro -luego he descubierto que también aparece en una recopilación de poesía estadounidense de título maravilloso: La diferencia entre Pepsi y Coca Cola-. Esto me llevó a pensar en lo minoritario que es el mundo de la poesía. Pierdo muchas veces la conciencia de esta realidad porque es el género que más leo con diferencia, pero el mercado, en este sentido, no miente. Si un tipo estadounidense, vivo, ganador del Nacional Book Award y del Pulitzer sólo tiene un libro traducido al español, qué podemos esperar. Y luego te encuentras cada cosas publicada por ahí…
The Problem of Describing Trees / La dificultad de describir los árboles
The aspen glitters in the wind / El álamo destella en el viento
And that delights us. / Y eso nos deleita.
The leaf flutters, turning, / La hoja se agita, se gira,
Because that motion in the heart of August / Porque ese movimiento en el corazón de agosto
Protects its cells from drying out. Likewise the leaf / Protege sus células de la desecación. De igual forma la hoja
Of the cottonwood. / Del chopo.
The gene pool threw up a wobbly stem / Del acervo genético se alzó un tallo tembloroso
And the tree danced. No. / Y el árbol danzó. No.
The tree capitalized. / El árbol sacó provecho.
No. There are limits to saying, / No. Hay límites para decir,
In language, what the tree did. / con el lenguaje, lo que el árbol hizo.
It is good sometimes for poetry to disenchant us. / Es bueno a veces para la poesía decepcionarnos.
Dance with me, dancer. Oh, I will. / Baila conmigo, bailarina. Oh, cómo lo deseo.
Mountains, sky, / Montañas, cielo,
The aspen doing something in the wind. / El álamo haciendo algo en el viento.
La traducción es mía, ligeramente distinta de la que aparece en el libro. Conforme he ido traduciendo me ha invadido la misma sensación que al poeta en el poema: imposible apresar con palabras de un idioma lo escrito en otro. Cabría decir, análogamente: es buenos a veces que la filología nos decepcione. En definitiva: rudimentaria herramienta, por más que bella, esta del lenguaje.
Al ir leyendo el libro me ha venido a la cabeza otro que tengo sobre la mesilla de noche: Cincuenta poemas de Li Bo –Hiperión-. Después he descubierto, leyendo sobre Hass, que su relación con la poesía oriental es estrecha, especialmente con el mundo del haiku. Me ha alegrado ser capaz de percibir estas conexiones, como quien disfruta descifrando un código encriptado.
BEBIENDO EN LA PRIMAVERA
Mi pensamiento es de nubes escarlatas
Me obsesiona el deseo de una lejana ermita
De momento permanezco frente al vino
Indiferente y sereno
Poso mi laúd, me apoyo en el alto pino
Cojo la copa y miro las lejanas montañas
En la inmensidad del vacío desaparecen los pájaros migradores
El sol se pone y retorna la nube solitaria
Sólo temo que no me dé tiempo
El pasado ya se ha hecho otoño.
Y ya para acabar, san José María. Porque si al principio hablaba acerca de qué se publica y qué no, este santo laico tendría unas cuantas cosas que decir al respecto. En vida bien poco de su obra se publicó. Se preguntó abiertamente en sus poemas por qué no obtenía el reconocimiento, no ya el editorial, sino también el de la crítica y los premios. No entendía por qué otros sí y él no. Años después de su muerte sigue buena parte de su obra en el ostracismo, enciclopedia de jazz incluida. Fonollosa se pasó tres pueblos, y eso casi siempre tiene un precio. Lo hizo, eso sí, en endecasílabos rigurosos, como para mostrar aún más abiertamente el precipicio que separa al adelantado a su tiempo del resto. Y cómo acaba abismando al primero. Leo en Destrucción de la mañana -DVD ediciones-:
Ya no me inquieren: -«¿Cómo van tus libros?
A ver si los envías a algún premio
de esos tan millonarios que hay a espuertas
y te haces rico y célebre un día».
Yo siempre contestaba con despego:
-«No confío en los premios. Lo que escribo
es muy original, muy diferente
a lo que están haciendo los demás».
Tal vez ahora ya saben que mandaba
en verdad mis trabajos a concursos,
sin que mi nombre nunca apareciese
ni siquiera en la previa selección.
Y uno de mis favoritos, epílogo de esta entrada desvelada, noche cerrada, frente al ordenador desde las tres y veintidós, y con esto que leéis en la cabeza desde antes, aún en la cama. Será que es tiempo de Reyes Magos y uno se inquieta. En Ciudad del hombre: Barcelona, DVD también:
RAMBLA DELS ESTUDIS 2
Cada uno habla de sí mismo hasta cuando
aparenta tratar de los demás.
Molesta y desanima ver que todos
se ocupan sólo, egoístas, de su “yo”.
Es como estar rodeado de semáforos
rojos constantemente. Sin luz verde.
No hay modo de que escuchen lo que digo
cuando me acerco para de mí hablarles.
1 comentario:
Saber escuchar, ¡nada más y nada menos!. Todos somos un poco "Pacumbralistas".
Juan Ignacio (alias: yohevenidoaquíahablardemilibro"
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