A modo de hasta luego, hasta el año que viene, un poema de 1935, Praga, veintiocho años. Sacado de un libro donde los poemas vienen acompañados de dieciséis linograbados de Vázquez Cereijo, blanco y negro, inquietantes. Pavel Hrádok. Versión de Juan Manuel Bonet. Editorial Comares. Colección La veleta.
Por delante el sorteo de la lotería, la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, el día de los santos Inocentes, la Nochevieja. Días para marcharse a Ys, citarse con Dahut y esperar que amanezca, sabedores.
Los buenos burgueses
Irritantemente sentados sobre sus triste posaderas
no entienden que bebamos los licores exactos
ni que el reloj clave sus agujas en el vidrio
municipal ni que la gabardina y su sombra
deambulen por las callejas hacia el río
perseguidas por la risa de aquella mujer azul
en cuyos ojos creemos leer los sueños
de las submarinas aguas en las que Ys yace
ni que divaguen nuestras manos por la soledad
de las torres ni que entendamos idiomas ajenos
tan solo porque sabemos escuchar los chirridos
de las puertas giratorias ni que pasemos
las noches en vela transitando el ultramundo
ni que en una palabra nos basten las palabras
para encender los palacios secretos.
1 comentario:
Me recuerda a W. Blake, no sé por qué....
Feliz Navidad, amigo
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