ars amandi XIV

Será la muerte un papel
amarillo que flota un instante
en la ventana, troles temblones
y un chasquido de navaja cerrada

o lentos niños persiguiendo sombreros
negros por las cloacas
ratas dormidas
bajo la fría oscuridad del otoño
subterráneo, pedazos de cuna, media
sonrisa envuelta en un papel
amarillo
que flota un instante entre la grasa


despierta,
lejana, despierta
huele la noche a seto
de jardín recortado como un laberinto
y la estancia a lirios marchitos
hueles
a hierba mojada y a asfalto limpio.

M. Vázquez Montalbán


Canción última

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas

Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.


Miguel Hernández